Garabí Panambí, la salud,
la economía y el desarrollo
Garabí
o Garabí Panambí es una represa proyectada para construirse sobre el río
Uruguay, entre las provincias argentinas de Corrientes y Misiones y el Estado
brasileño de Río Grande del Sur. La represa que se proyecta construir sobre el
río Uruguay, dotará de energía eléctrica a ambos países. Está proyectada en dos
"cortes" o diques localizados uno a la altura de la localidad
correntina de Garabí y otro a la altura de la localidad misionera de Panambí.
En la actualidad el proyecto binacional se encuentra en etapa de estudios
técnicos de ambiente e ingeniería, cuya finalización está prevista para
mediados de 2015. Finalizado este proceso, los estados nacionales de Argentina
y Brasil estarían en condiciones de llamar a licitación para la construcción
del complejo hidroeléctrico. En la provincia de Misiones (Argentina) una ley
provincial (Ley 56) conocida como "Ley de Soberanía Energética"
obliga a la realización de un Plebiscito para determinar la aprobación o no de
la ciudadanía respecto de obras de esta naturaleza.
El
director de Medioambiente de Itaipú, Nelton Miguel Friedrich, respaldó la construcción de las represas de Garabí y Corpus sobre aguas que bañan las
costas misioneras. “Se debe construir en Misiones la represa binacional de
Garabí porque la energía hidroeléctrica bien desarrollada no contamina. Es por
ello que, desde mi cargo ejecutivo en Itaipú apoyo la decisión del gobierno
argentino de construir dicha represa”.
“En
tanto que también estoy a favor de la construcción de la represa de Corpus
sobre el río Paraná”, indicó.
Como
ejemplo dijo que “por arriba de la represa de Itaipú, Brasil construyó 42
represas y no se produjo enfermedad alguna como dicen los ambientalistas que se
podrían producir. Es más contaminante la energía nuclear”, agregó.
En
tanto fue exitosa la reunión por
Garabí-Panambi en Santo Tomé.
La
región reclama a gritos la necesidad de energía eléctrica y si pronto no se
llega a una solución se resentirá la industria, el comercio y la misma mano de
obra, a contar por los acontecimientos de que son de dominio público y ya
conocidos desde hace mucho tiempo.
Por
ello, ante una convocatoria formulada por la Comisión Departamental
Garabí-Panambi del Departamento de Santo Tomé tuvo una respuesta casi unánime de
todos los sectores de la política, del gobierno provincial y municipales,
ong´s, Federación Económica, Industrial y de varios estamentos de la
jurisdicción tanto de Misiones como de Corrientes y Brasil que se reunieron en
una jornada de trabajo donde se elaboró un documento que llegará a las
autoridades tanto provincial como nacional las cuales tienen que ver con las
decisiones sobre el proyecto de la obra hidroeléctrica Garabí-Panambí para que
se tengan en cuenta varios aspectos importantes que reclaman las comunidades
que coronarán el emprendimiento de inminente concreción.
Por
otro lado el ex gobernador de la provincia, Ramón Puerta, encabezó una charla
este viernes en el salón parroquial de Puerto Rico, ante una importante
cantidad de asistentes de diferentes lugares del departamento. Allí expuso por
qué no se deben construir represas en la provincia de Misiones y explicó que la
situación energética en la provincia se solucionaría con obras en la represa de
Urugua-i. En ese sentido remarcó que “en Urugua-i con dos acciones podemos
producir de dos a cuatro veces más, este arroyo se está quedando cada vez con
menos agua, hay que hacer una zanja desde el Rio Iguazú de 23 km de largo por 5
metros y podemos hacer producir las dos turbinas las 24 horas”, sostuvo.
También
destacó otras alternativas, “la biomasa, el aserrín, residuos de los
aserraderos que pueden servir, sería un error construir Garabí”.
Los
brasileños también se muestran preocupados
por falta de información acerca de las zonas que serían afectadas por la
posible instalación de las represas Garabí y Panambí que, según estiman en el
vecino país, deberían comenzar a instalarse en 2016.
Esto
lo expresa el diario Zero Hora de Porto Alegre, en el que se resalta que a
falta de respuestas sobre el futuro y las indemnizaciones por inundaciones de
tierras, crece la preocupación de los habitantes de las ciudades que se
emplazan a la vera del Uruguay, y que se
verían afectadas por las represas.
Según
el diario de la capital de Río Grande do Sul, son cerca de 7.500 los vecinos de
19 municipios brasileños que se verían afectados por las obras que, según
asegura el medio, ambos países quieren comenzar en el 2016.
El
alcalde de la ciudad, Guerino Pedro Pisoni (PTB), también se muestra poco
simpático a los prometidos megaempreendimentos: "Estamos con una posición
un poco radical porque no tenemos información", afirmó al medio brasileño.
El
titular de la Entidad Binacional Yacyretá, Oscar Thomas, dijo que “estas
represas aportarán la energía cada vez
más necesaria para el crecimiento económico y el desarrollo social de nuestra
región y de ambos países en general”.
Según
Thomas “es fundamental que la población sepa que estas nuevas obras se
planificaron para traer más beneficios que problemas, por eso es necesario
sincerarse con respecto a la necesidad de contar con más energía y con nuevos
pasos que nos unan con nuestros vecinos de Brasil”.
Seguidamente,
Thomas destacó que “en forma conjunta a la construcción de las represas de
Garabi y Panambí se planean ejecutar una
serie de obras de infraestructura para beneficio de las comunidades locales
como rutas, centros de salud,
pavimentación, escuelas, viviendas, hospitales y todo lo necesario para
mejorar la calidad de vida de la región”. A ello se añade la esperada construcción
de puentes.
Por
su parte, el intendente de Panambí, Joaquín Olivera dijo “esperamos seguir
participando de estas grandes decisiones con voz y voto como lo estamos
haciendo ahora, porque eso asegura que las poblaciones cercanas a la obra tomen
las mejores decisiones para su futuro”.
De
un lado se escuchan voces de los grandes beneficios que traerán las represas y
por el otro se escuchan voces de descontento por el proyecto por la gran falta de
información, manifestantes contrarios a
la posibilidad de construir la represa tomaron la dependencia del Consorcio
Energético del Río Uruguay instalada en Alecrim, ciudad periférica de Santa
Rosa, en el estado de Rio Grande do Sul, en Brasil. Exigen que se suspendan los
estudios que se vienen desarrollando como etapa previa a la decisión de
construir o no la central hidroeléctrica y que se cierre la oficina tomada,
porque entienden que funciona como un órgano de propaganda pro represas y con
ello no estaría cumpliendo con el rol informativo que le correspondería.
La
Mesa Provincial No a las Represas, ante el anuncio por parte del Consorcio
Energético del Río Uruguay en relación al inminente inicio de lo que desde el
consorcio denominan Relevamiento Inmobiliario y Socioeconómico (RISE), emitió
un comunicado alertando a la población que se
trata de una encuesta pensada para desarrollarse en los pueblos y parajes potencialmente
afectados por las represas hidroeléctricas Garabí y Panambí. Los encuestadores
pretenden recabar información sobre las viviendas, terrenos y datos personales
de las familias que habitan la zona de potencial afectación del mega proyecto
hidroeléctrico Panambí-Garabí.
Recomiendan
por seguridad no brindar información a estas personas y no firmar
absolutamente nada, ya que no están dadas las condiciones mínimas de
información a la ciudadanía para que se realice este censo. Al responder la
encuesta o firmar lo que le solicitan, se está comprometiendo el futuro, ya que
esa información que se brinda, podría ser utilizada luego en su contra, como le
sucediera a miles de familias misioneras afectadas por la represa Yacyretá, que
fueron censados y luego desalojados y despojados de sus derechos básicos a indemnizaciones
justas.
A
tales fines de concientización, ya se encuentra en marcha la planificación y
desarrollo de charlas informativas orientadas a advertir a los vecinos de las
zonas donde el consorcio pretende realizar el censo, acerca de los riesgos de
brindar información a este consorcio, compuesto íntegramente por empresas que
se benefician de la construcción de represas y obra pública derivada.
El
último fin de semana hubo reuniones vecinales en Alba Posse y Puerto Azara
quienes se declaran en rebeldía contra represas Garabí y Panambí. Decidieron no
contestar encuestas ni permitir el ingreso de técnicos a sus chacras. Las
represas amenazan con borrar del mapa a decenas de pueblos costeros de
Misiones.
Los
habitantes se organizan para rechazar los estudios previos que pretende
realizar el Consorcio Energético del Río Uruguay.
En
ambas localidades, los vecinos decidieron por unanimidad no brindar información
alguna a los encuestadores y no permitir el ingreso de técnicos del Consorcio a
las propiedades. Así mismo, en ambos pueblos se están desarrollando campañas
para alertar a los vecinos y advertirles acerca del riesgo que implica brindar
información, firmar papeles o permitir que ingresen a sus propiedades bajo la
excusa de realizar estudios, encuestas o muestras.
En
una entrevista mantenida con el ambientalista Raúl Aramendy, de la Mesa
Provincial por el No a las Represas, se refirió a lo que exigen las leyes
afirmando que "hay una ley que este año cumple tres años y Closs está
violando, que es la ley de plebiscito", y añadió que si se hubiera
cumplido, se habrían ahorrado los 45 millones de dólares que se destinaron en
los estudios que se están realizando.
Aramendy recordó algunos estudios realizados que acompañan el rechazo a la construcción de represas en nuestra región indicando: "La Organización Mundial de la Salud dice que las represas son bombas biológicas entre los paralelos 25 de latitud norte y 25 de latitud sur (Subtrópico de Capricornio), y nosotros estamos entre el 21 y el 23, por lo tanto no se deben hacer represas en Misiones".
El ambientalista volvió a hacer hincapié en el impacto que tiene en la salud de los misioneros la represa de Yacyretá y lo que agravaría la situación en caso de construirse una megarepresa más en la región. “La leishmaniasis visceral fue llamada por la OMS la enfermedad de las represas, ya está entre nosotros y tenemos centenares de infectados en la provincia", aseveró.
Por otro lado, respecto a la consulta popular que desde la Mesa por el No a las Represas garantizarán a los misioneros en octubre próximo, del 20 al 26, Aramendy dijo que "va a tener un peso moral y político enorme”.
Aramendy recordó algunos estudios realizados que acompañan el rechazo a la construcción de represas en nuestra región indicando: "La Organización Mundial de la Salud dice que las represas son bombas biológicas entre los paralelos 25 de latitud norte y 25 de latitud sur (Subtrópico de Capricornio), y nosotros estamos entre el 21 y el 23, por lo tanto no se deben hacer represas en Misiones".
El ambientalista volvió a hacer hincapié en el impacto que tiene en la salud de los misioneros la represa de Yacyretá y lo que agravaría la situación en caso de construirse una megarepresa más en la región. “La leishmaniasis visceral fue llamada por la OMS la enfermedad de las represas, ya está entre nosotros y tenemos centenares de infectados en la provincia", aseveró.
Por otro lado, respecto a la consulta popular que desde la Mesa por el No a las Represas garantizarán a los misioneros en octubre próximo, del 20 al 26, Aramendy dijo que "va a tener un peso moral y político enorme”.
Las advertencias de Aramendy cuestionan un concepto
instalado -que atribuye a las represas la cualidad de “fuentes de energía
limpias y no contaminantes”- y contribuyen a arrojar serias dudas, por
ejemplo, sobre los anuncios recientes del Ministerio de Ecología de que a
nivel provincial y nacional se están analizando medidas que permitirán combatir
los efectos del llamado Cambio Climático, con ayuda de la comunidad y de
organismos de los tres niveles de gobierno.
Para explicar su punto de vista, Aramendy recordó
que los dos principales gases de efecto invernadero, cuya emisión es la causa
del calentamiento global, “base a su vez del cambio climático del que oímos
hablar todos los días” -acotó- son el dióxido de carbono (CO2) y el
metano (CH4), este último “creado por la descomposición de materia orgánica en
los embalses”.
“Las cantidades masivas producidas en áreas
tropicales por represas hidroeléctricas, como Yacyretá y las que se proyectan
ahora en Misiones, hacen que estas represas contribuyen más al calentamiento
que las plantas de electricidad más sucias”, remarcó Aramendy.
“El científico Iván Lima y los investigadores del
Instituto Nacional Brasileño para Investigaciones Espaciales (INPE, en inglés)
-prosiguió- publicó en revistas científicas, que las grandes represas
podrían hacer la mayor contribución al calentamiento global, emitiendo 104
millones de toneladas de gas metano cada año”.
Destacó que los cálculos hechos por Lima, que coincide
con estudios similares de otros investigadores, determinaron que “las
52.000 represas existentes, actualmente, en el mundo contribuyen con más del 4%
al calentamiento global debido al impacto de actividades humanas”.
“También explican que los embalses son la fuente más grande de emisiones
causadas por humanos, contribuyendo a alrededor de un cuarto de estas
emisiones”.
“Hay alternativas mejores, más modernas y más
científicas. Más viables, más baratas, más sustentables y respetando a
la gente, sus culturas y propiedades”, sostuvo Aramendy, quien enumeró
entre estas: la energía eólica, la solar, la mareomotriz, la geotérmica, los
biocombustibles, los biodigestores, celdas de combustible, el hidrogeno, las
turbinas sumergibles y los generadores eléctricos microbianos.
Mediante la energía eólica, España cubre hoy el 30% de su
demanda energética, mientras que China planea para el 2030, cubrir la totalidad
de su demanda mediante ese tipo de energía, reveló Aramendy según Agencia Hoy,
añadiendo que “todos se están preparando para el mundo que viene y nosotros
para el mundo que pasó.”
De acuerdo con estudios realizados, solamente con la
construcción de Garabí se perderían bajo agua alrededor de 20 mil hectáreas de
selva misionera y unas 24 mil hectáreas de pasturas. “Contra la naturaleza, no
podremos vivir mejor”, alertó el licenciado de la UBA, quien destacó que según
las encuestas de la Mesa Provincial No a las Represas, más del 85% de los
misioneros rechaza las represas. “¿Será por eso que el Gobernador sigue dando
vueltas para convocar a plebiscito?”, señaló sugestivamente.
Para
concluir podemos decir que las represas constituyen una de las principales
causas directas e indirectas de pérdida de millones de hectáreas de bosques y
muchas de ellas abandonadas bajo el agua y en descomposición. De ahí que todas
las represas emiten gases de efecto invernadero que aportan al calentamiento
global por la descomposición y putrefacción de la biomasa. Las aguas estancadas de las represas generan
enfermedades como la esquistosomiasis que por medio de los caracoles se
producen en las aguas estancadas o de movimiento lento, como sucedió en las
represas de Kariba, Aswan y Akosombo. Entre otras enfermedades que se asocian
con la construcción de las represas están: disentería, diarreas, desnutrición,
proliferación inusual de mosquitos, viruela, erupciones en la piel, infecciones
vaginales, cáncer, tuberculosis, sífilis, fiebre amarilla, dengue y
leishmaniasis. Aunque hay muchas opiniones contrarias, entre los posibles
impactos que generan las líneas de transmisión de energía de alta tensión están
las malformaciones físicas al nacer; el aumento de cáncer y leucemia en niños,
los tumores cerebrales o problemas en el sistema nervioso.
En
China el cáncer de hígado se ha asociado a la presencia de toxinas
cianobacteriales en el agua potable. En la década de los 90 la Universidad de
Helsinki estudió el mercurio en embalses tropicales. La concentración de
mercurio era siete veces mayor en las personas que comían pescado. Las represas
en regiones tropicales producen un exceso de maleza acuática y de
cianobacterias tóxicas. También la actividad minera cerca de los embalses
elevan los niveles de mercurio en los peces que se convierte en metilmercurio
que afecta al sistema nervioso central. Además, por lo general, los residuos
humanos, las aguas negras de los poblados vecinos van a dar a los embalses que
tienen poco movimiento de sus aguas.
Como
ya hemos visto, la construcción de represas atrae personal externo a la
comunidad lo que genera la importación de prostitución y enfermedades de
transmisión sexual que se agudiza con la presencia de la policía o el ejército
que custodia el proyecto. El paludismo se extendió alrededor de la represa
Itaipú; y las fiebres y la malaria se difundieron con mayor rapidez en las
represas Sardr Sarovar y Upper Krisna en la India, en Brasil y en otros países
de África donde la malaria es la principal causa de muerte. Por lo menos unas
40,000 personas que viven en la cuenca de la Amazonía han sufrido de picazón en
los pies y otros impactos en la salud debido a la descarga de aguas sucias de
la presa Tucuruí. Con la represa Tocantis se registraron muchos problemas
estomacales donde se registraron muchos niños fallecidos luego de beber agua.
Fuentes:
- VirasoroVirtual.
- Gustavo Castro Soto
CIEPAC, A.C.Centro de Investigaciones
Económicas y Políticas de Acción
Comunitaria.
- Diario Correio do Povo, de Porto
Alegre.
-
Diario El Territorio.
-
Diarios Primera Edición.
-
Misiones OnLine.
-
Puerto Rico Ahora.
-
Diario Zero Hora de Porto Alegre.
-
Entrevista al Licenciado Raúl Aramendy
SANABRIA
OMAR.
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